Poetas en el Retiro

 

Aquí os traigo mi experiencia con la poesía una vez más en el Parque del Retiro, Madrid. Y estoy encantada, todavía emocionada.

¡¡¡Y volvió a suceder la magia!!! Se celebró el quinto encuentro de poetas en El Parque del Retiro, Madrid y se cumplió un año. Un día para el recuerdo, la calidad de poemas y humana, así lo hizo. Paseantes ocasionales se llevaron nuestros versos y la poesía, fue motor, encuentro y disfrute. La sensación de un encuentro que me permitió leer en ese entorno mágico y demostrarme que si puedo pese a mi timidez y discapacidad. Esto es el principio de un recorrido personal en éste mundo de poetas. Es mi segundo encuentro con ellos y espero que no sea el último. Quien abre la puerta a un poema, no la cierra ya jamás.

Siento una emoción muy grande al compartir estos retazos de versos que compusimos espontáneamente entre todos al final de la velada del domingo en el Parque del Retiro como colofón a un día maravilloso que viví como en una nube. Y ahí me sentí muy pequeñita rodeada de tan magníficos poetas.

“cadáver exquisito”. El poema espontáneo que formamos con un verso de cada poeta el domingo pasado 8/10/23

Ya vuelan las palabras por los árboles de El Retiro,

las gaviotas no se cansan de sobrevolar el mar

miles de almas atrapadas en su cuerpo escuchan estos versos,

y te voy buscando al lado del estanque entre los patos,

esto es amor, quien lo ha probado lo sabe

los aires que nos llevan, los vientos que nos traen, lo saben,

los gatos que danzan en nuestras miradas,

¡Poetas al poder!

La poesía está, en cada milímetro de nuestras pieles,

la vida sin amor, es como un guiso son sofrito,

y vuelan los versos hasta el fondo de tu alma,

llenan mi cuerpo como el líquido un frasco,

las palabras poéticas son como una botella llena de arco iris,

los versos nos unen, aunque los kilómetros nos separan,

la experiencia de mi vida, es lo que me inspira,

No sé qué tienen las flores que cuando las mueve el viento, parece que se menean, por eso los albañiles llevan zapatillas blancas.

Y volvió la magia al Parque del Retiro, Madrid. Leí un poema de mi padre y dos míos que os pongo a continuación.

 El de mi padre me lo reservo. 

 

Café

Es otoño y huele la casa a café
Una manta y algo que leer
La chimenea encendida
Vamos asar castañas

Un amigo me acompaña 
Reclina su cabeza sobre mi hombro 
Y miramos las ascuas del hogar

Con una taza en la mano
Saboreando el café
Me mira a los ojos 
Y declara su amor 

Le sonrío 
Le abrazo 
Y hundo mi cabeza en su pecho

Azucarillos
Aguardiente
Café caliente

Todo me recuerda
A mi niñez
En donde el tiempo acompañaba
Y era el que tiene que ser

Preparándonos para el invierno
Sacando la ropa de abrigo
Y todo con un buen café

Azucarillos
Aguardiente
Café caliente

Me despierto de madrugada
La madrugada de San Miguel
Es fiesta y empieza la feria

Y Sasha se acomoda en mi pecho
Y así estamos hasta el alba
Con mi gata
Me levanto y preparo el café

Azucarillos
Aguardiente
Café caliente

En el silencio de las primeras horas
Me acompañan
Los pajarillos en el jardín
Y voy a regar las plantas
Huelo las rosas, el Jazmín

Y es que la vida se ve mejor
Con una taza de café en la mano

Azucarillos
Aguardiente
Café caliente 

 

En lo más profundo de mi ser.

En lo más profundo de mi ser,
hay una superviviente,
una perfeccionista.
Con alas de mariposa,
con sandalias de peregrina.

En lo más profundo de mi ser,
hay una luchadora,
una inconformista.
Con alas de mariposa,
con sandalias de peregrina.

En lo más profundo de mi ser,
ando por mil caminos,
hasta encontrar el mío.
En mis sueños,
estás tú dándome la mano.

En lo más profundo de mi ser,
en mis sueños,
estamos los dos volando.
Participando del camino,
ya por fin hallado.

Porque la senda,
se recorre andando.
Y los sueños,
soñando,
volando

Fue una experiencia maravillosa, el poema de mi padre más profundo y de un cariz más amargo como indica él con el título de su poemario “Con sabor a mirra” y los míos de un cariz más romántico. Como es natural me sentí más suelta al leer los míos y más encorsetada en el de mi padre.

Para mí todo esto es emocionante y un reto, para una discapacitada que tardó en andar, leer, escribir, con dislexia y déficit de atención, esto es un logro. Y me hace sentirme orgullosa de mí misma. Aunque me vieran salir cojeando y hablando un poco apurada, por falta de entonación y no sé. Bueno, que a pesar de todos mis hándicap estoy orgullosa y emocionada.

Y ahora esperar el próximo encuentro, esto solo ha hecho empezar.