XI Encuentro internacional de poesía en Úbeda



Cómo empezar. Quizá con vistas un año atrás, que no sé ni cómo me enteré de un encuentro de poesía que se organizaba en Úbeda. Donde vivo ahora, como sabéis y allí que fui y me colé y fui a todos los actos los tres días y el último que gracias a Marcelino el antiguo alcalde, nos abrieron el salón de actos del centro cultural del Hospital de Santiago y es donde Isabel Rezmo la organizadora me dio la oportunidad de leer uno de mis poemas. Y gracias a ese encuentro es que se fraguó el germen de los siguientes encuentros a otros lugares y la amistad de gente maravillosa. Y no dudé en apuntarme este año de manera oficial al encuentro. Y he de decir que ha sido un encuentro y una experiencia maravillosa, tres días de calidad poética y un calor humano impresionante. Y en el que he aprendido mucho.

El primer día en la Casa Mudéjar un enclave precioso que sirve de sede del Museo Arqueológico y que nos abrieron las puertas y en el patio, insisto un enclave maravilloso, es donde se desarrolló la jornada de la primera tarde del viernes. Con presentación del encuentro, entrega de la bolsa con la Antología y demás cosas, cómo un plano de la ciudad, una chapa de identificación marcapáginas, diploma del encuentro. Abrió el acto la hija de Isabel que es cantante lírica y tiene una voz preciosa y una joven promesa. Y se dió paso a la lectura de dos poemas por persona, tras una breve presentación. Yo conocía a muchos del anterior encuentro y de seguirlos por las redes. Yo fui de las últimas que leí, así que no me relajé hasta que acabé. 


 Iba guapísima con un vestido romántico precioso, que estrené para la ocasión. Y la sorpresa de encontrarme con mi admirada Sandra Bruno, una poeta francesa, que conocí también hace un año en la presentación de su poemario Humanosis y que adoro. Y que además es una belleza.


 

El segundo día fue una excursión al Museo Zabaleta y de Miguel Hernández, al que fuimos todos juntos en un autobús y otros compañeros que se unían allí, como Paco Alcaide al que me alegré de volver a ver, de Montilla. Y que iba sólo para ese día. La jornada fue muy especial, pues tras la visita al museo, nos concentramos en la biblioteca, para el acto oficial de donaciones de nuestros poemarios, quién quisiera donar y que se sellaba y te daban una carpeta con un certificado de la donación, tras los que la mayoría leyó un poema en homenaje a Miguel Hernández. Yo leí uno de mi poemario:

RESILIENCIA 

Cose tus propios remiendos de vida
Cose tus propias batallas
Cose un par de lágrimas
En la madrugada

Se resiliente y bebe de ellas
En la mañana
Levántate y anda
Que no se note que has llorado

Se resiliente y anda
Qué al atardecer
Hayas consumido
El tiempo que te dieron

Para vencer al miedo
Y pisar fuerte 
Por fin consumida la vida, 
La senda marcada

Te salgas del camino
Y  construyas el tuyo propio
Atrás quedó 
La senda marcada

Se resiliente 
Cose las lágrimas
Cose los remiendos de vida
Cose la senda marcada

Pinta el mundo de colores
Qué se produzca la magia



Y hoy el último día, ha sido una jornada muy interesante, hemos formado un corro y cada uno ha hablado de lo que era para él la poesía, como le nació la vena poética y su experiencia de encuentros. 

Y luego hemos recitado un poema. Yo como siempre muy emocionada. Ya me conocéis. Para mí la poesía es una terapia. Y es que escribo con las tripas. Y casi vómito los poemas. Es una expresión, entenderme cuando hablo así. Escribo de madrugada y quizás debería trabajarlos más. Pero yo siento que así es más espontáneo. Entenderme, no es que no los trabaje....les doy alguna vuelta que otra. Pero siento, que trabajarlos mucho les quita frescura. Lo mío es el verso libre, no me rijo por la regla de la métrica clásica. Mi padre que escribe con más rigor y un lenguaje culto y medido, dice que lo mío no es poesía. Creo que cada uno tiene su estilo y no es cuestión de comparar. Yo escribo con un lenguaje sencillo, que todo el mundo entiende.  Si es verdad que quizá me muevo en lugares comunes. Que se ve como algo peyorativo. Pero creo que también hay que darle valor al lenguaje sencillo. Que la poesía debe llegar a todo el mundo, y no sólo a unos cuantos que hablan con demasiada metáforas, hipérbaton. Quizá yo use más el paralelismo, la reiteración. No sé....

Y de mi experiencia en encuentros, llevo moviéndome tan solo dos años. Y me encanta, me ha ayudado mucho a soltarme ante el micrófono, aunque sigo emocionándome mucho. Lo mío no es hablar en público, es más escribir en soledad. Pero creo que también es bueno hacer este esfuerzo de hablar en público, como un ejercicio de socializar y oportunidad de que conozcan mis escritos. Como concibo la vida, mi sentir en ésta y mi lucha. Y me encanta compartir y sobre todo aprender. Aprendo mucho de todos.

Me ha parecido muy interesante la intervención de los compañeros y he aprendido mucho. Muchas gracias Isabel Rezmo por hacerme parte de este encuentro que ya queda en el recuerdo en un lugar especial de mi corazón ❤ y por la organización tan fantástica y por todo el curro que tiene. 

Y he leído el siguiente poema:


SE ME SECAN LAS PALABRAS 


Se me secan las palabras

Se me paraliza el corazón

Se me mueren las ganas


De quererte

De nombrarte

De pensar en los dos


Hubo un tiempo que así fue

Pero ya no


Ahora me detengo a contemplar

El aleteo de una mariposa

El deshoje de una margarita


Ya no muero por tu amor

Muero por las ausencias

Por mis muertos

Muero por Dios


Fluye la corriente

Bajo su cauce


Y las olas van al mar

En un choque de mareas


Ya no me quedo mirando el camino

A ver si vienes o vas


Ya no me mueve el desamor

Si no el amor propio por mi bienestar


Me mueven las ganas

El entusiasmo por descubrir que hay detrás de mi propia capacidad

Y hasta donde soy capaz de llegar


Me mueven mis sueños

Y el empuje que me da la propia vida

De recorrer mi camino


Un camino con baches

Con límites

Pero los salto y camino

O me caigo, levanto y sigo


No estoy dispuesta a ceder

A dejar mi camino

El que la vida me tiene preparado


Lleno de proyectos por cumplir

De sueños

De ganas

De empuje por ver que me depara la vida


Se me secan las palabras

De tanto usarlas


Se me secan las palabras

De tanto buscarlas

De tanto ansiarlas

De quererlas perfectas


Me mueven las ganas

De cuidarme

De ver el atardecer

El aleteo de una mariposa

El deshoje de una margarita


Se me secan las palabras

De tanto buscarlas

Y querer que vengan a mí, perfectas



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