I Encuentro Internacional de poesía Mare Nostrum
¿Cómo empezar? Se me acumulan las emociones las vivencias, las imágenes de la medina de Tetuán, de los compañeros leyendo poemas con mucho sentimiento. Los míos también. Imágenes en mi memoria de ellos y yo recitando cantando algunos, ha habido de todo incluso una actuación de guitarra y un acompañamiento de violín. Otro arrancandose por flamenco. Y se me acumulan las imágenes en mi retina del empedrado de sus calles, del terreno irregular, de lo insegura que me sentía al caminar, pero siempre había alguien presto a ayudar. Y se me acumulan las imágenes de sus gentes, de miles de gatos por sus calles, enclenques, hasta vi uno muerto. Y madres con sus crías. La gentes allí les dejaban cajas de cartón donde se metían, envases de plástico con agua. E imágenes de carretillas. De luces adornando las calles como si fuera Navidad, porque estaba su Rey en la ciudad. Se me acumulan las imágenes en la retina, de sus calles adornadas, de sus colores, como en un monumento una bandera gigante luciendo con bombillas como de Navidad. Y los árboles adornados con bombillas también de colores y la medina a rebosar de gentes, que no se podían caminar. Comíamos en la Unión y en otro sitio. Nuestro hotel El Panorama. 18€ la noche. Se me acumulan las imágenes de Tetuán, de la Iglesia amarilla. La única iglesia católica de la ciudad de Tetuán. La Iglesia Nuestra Señora de las Victorias, enclavada en la Plaza Primo de Rivera, es un distintivo de la ciudad Morisca , en su Ensanche. Preciosa. No tuve oportunidad de entrar.
Se me acumulan las imágenes de una vez acabado el encuentro, la excursión que hicimos a Tanger, a la gruta de hércules, a la preciosa y pequeña localidad de Asilah. Me enamoré de sus calles, de lo llana que era y lo buen que podía caminar. De sus casas blancas con puerta azules y verdes en forma de arco o rectangular de una cafetería donde pasamos. Me enamoré de esa pequeña localidad. Me enamoré de sus gentes, de los compañeros marroquíes del encuentro, la mayoría profesores o doctores, con un comportamiento exquisito y un trato sin igual.
Ha sido para mí una experiencia única y maravillosa, un encuentro único y todavía estoy recién aterrizada como quién dice, y tengo la típica resaca de un viaje extraordinario que se te cruzan las imágenes de todo ello por la cabeza y estás como en una nube. Llegué y se me acumuló el cansancio y un virus de 24 horas en que he tenido fiebre, tos y puro agotamiento y estuve un día entero en la cama. Ya estoy mucho mejor. Pero no deja mi cabeza de rememorar el viaje, se me cruzan imágenes del hotel, de los compañeros, de los palacios en que hemos recitado y cenado el sábado en la noche de gala que fue espectacular, la bienvenida con baile, un baile muy particular. Y la comida espectacular en particular recuerdo la Pastela, con su cebolla caramelizada, su hojaldre, solo me acordaba de mi padre, de lo que hubiera disfrutado y le quería llevar una, pero me dijeron que se iba a estropear. La comida todo el viaje muy exótica, ese cuscus de verduras, que comí el primer día, excelente. Esas brochetas de pollo que cené, pero sobretodo la Pastela, la noche de gala que fue espectacular tendré que llevar a mi padre al Bury el restaurante de Alejandro en Baños de la encina y que nos la haga, sería sensacional.
No tengo más que alabanzas para un viaje y encuentro único. La gruta de hércules espectacular ver el mar juntarse las dos vertientes una imagen única.
Se me acumulan imágenes que ya tengo grabadas en mi memoria, en mi corazón, en mi alma y recordaré este I Encuentro Internacional Mare Nostrum como un viaje único que se quedará para siempre en mi retina, en mi pupila como algo entrañable y a la vez mágico.
Hasta siempre
إلى الأبد
'iilaa al'abad Tetuán. Marruecos. Ya deseando volver.
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