Historia de Raúl Martínez

 Hoy quiero contaros la historia de Raúl Martínez. Que se quedó en una silla de ruedas, con una lesión medular, tetrapléjico, a raíz de un accidente en la piscina pública de su ciudad a los 16 años de edad, al tirarse de cabeza. Y él habla abiertamente de ello en su Blog masvalidos, el enlace podéis encontrarlo aquí, como al final de la entrada y pestaña despliegue de mi blog. 

¿Y cómo se lo tomó? Pues, pasó los primeros cuatro años después del accidente, viendo la vida de los demás desde la terraza de su casa, hasta que llegó un momento qué hubo un punto de inflexión en su vida y se sacó el carnet de conducir y empezó a moverse por si sólo y desde entonces se lo tomó como una vía de enriquecimiento personal y de darse a los demás altruistamente, contando su historia en su blog, que inició en el 2012 y cuenta ya con más de 273.008 visitas a día de hoy. Merece la pena ver todo el contenido, pues ha dado desde Entrevista  en distintos medios, como conferencias de sensibilización a jóvenes y los menos jóvenes. Y es que verdaderamente hace una labor de entrega, cuando esté colectivo a veces es tan cerrado y están encerrados en sus casas, con su pena. Él lo está visibilizando. Y es que buscando blog de discapacidad, lo encontré a él. Cuando esto ha sido mi propósito con éste blog, visibilizar desde mi historia, con mi experiencia personal y de otros discapacitados, contad, sus distintas historias, junto a la mía. 

¿Quién es y que le sucedió a Raúl Martínez?

Con 16 años, a finales de julio de 1992, al regreso de un campamento de verano de las Salesianas, en una piscina pública de la ciudad, al tirarse de cabeza se le escurrieron las manos, y dio con el fondo y se le desviaron dos vertebras del cuello, perdiendo la movilidad total de las piernas, el brazo derecho y gran parte de la movilidad del izquierdo.

Era su día, dice... quizás, imprudencia para nada, falta de agua tampoco, puesto que se tiró por 1,85 metros de profundidad, el problema era que el suelo estaba muy escurridizo y el destino hizo el resto.

 ¿Qué le salvo de no ahogarse? La preparación y la actitud, no dejarse vencer perdiendo el conocimiento, evaluar los daños e intentar, con la poca movilidad de la que disponía, bucear hasta la zona con menos agua desde donde pudieran ayudarle y sacarle.

Él estudió primeros auxilios y socorrismo y tenia conocimientos, experiencia y era como un pez en el agua, y aún así le pasó el accidente en una piscina, seguramente el destino decidió que le pasara ahí, porque posiblemente sería capaz de salir de esa situación, que quizás no hubiera tenido dicha suerte de haber sufrido el accidente en otra parte. 

Aun está convencido de que no cree que es el que fue, como tampoco ahora es lo que será, porque la vida va cambiándote aún sin darte cuenta, y aunque la base permanezca, la forma y actitud de cada uno debe forjarla y mantenerla a diario para no perder demasiado donde está el norte.

Si tiene clara una cosa tras  su accidente, es que ese mes, esa fecha es para recordar, y recuerda tanto lo bueno como lo malo, le sirvió para mejorar, para aprender, crecer y sobre todo para conocer realmente a las personas y lo mas importante, para a marchas forzadas madurar.

Porque al final, da igual y la manera de como lleguemos a las consecuencias de una nueva vida tras lo adverso. Lo que importa verdaderamente es lo que hagamos para salir de esa oscuridad, como lo afrontemos y sobre todo como dejemos que no nos hunda e influencie en nuestra nueva vida y nuestro nuevo día a día.

Y a lo largo de nuestra nueva vida, vamos aprendiendo habilidades básicas que compensan nuestra fuerza o cadencia de otras, y eso es lo que importa, pero se ha de respetar siempre una disciplina que requiere un esfuerzo y una constancia.

Tiene estudios de Ingeniería Informática, Técnico Informático, Socorrismo y Primeros auxilios y tres cursos de Psicología  básica en situaciones de emergencia. 

Es pensionista y escritor altruista y se define como levantador de ánimos y contador de realidades.

Fuente: Blog masvalidos 

Como veis Raúl es la caña. Un chico que supo reaccionar y no quedarse parado en esa terraza a verlas venir. ¿Y que hizo? Usar su accidente en positivo. Usar lo adverso como bien dice él en un crecimiento personal y darse a los demás, contando su historia. Estudiando psicología para ver de qué manera la usaba en unas charlas tanto a adolescentes, como a mayores. Lo llamaban de distintos organismos, en cursos de socorristas, como ejemplo, sensibilizando a los futuros socorristas a esmerarse a que tuvieran cuidado y no les pasara como a él y es que hay que tener mucha cabeza para decirse, voy a utilizar mi accidente, lo que me pasó, para que a otros no le pase lo mismo, dándose a los demás.

¡Bravo Raúl!. Desde aquí, mi enhorabuena. Un abrazo.